viernes, 26 de noviembre de 2010

APEX...


La curva se acerca con rapidez y el paisaje se difumina a tu alrededor, a velocidad de vértigo.
Retiras el pie del acelerador y frenas a fondo.
La gravedad de la deceleración domina de inmediato tus sentidos y los neumáticos gritan en su lucha contra el asfalto.
El cinturón se te clava en la carne.
La aguja del tacómetro se mueve, disparada.
Levantando ligeramente el pie del freno, giras el volante de forma gradual, con confianza.
La fuerza de la deceleración se atenúa, mientras la gravedad lateral empuja tu cuerpo contra el lateral del asiento envolvente.
Buscas un único punto en la curva: aquel en el que las distintas fuerzas se equilibran y dejan paso de nuevo a la aceleración.

APEX: El vértice invisible de la curva, el lugar en el que se registran los mejores tiempos de vuelta.